Se oye un despertador... Seguro que al lavarse puedo meter el morro.
"Hommy... que te vas a mojar...""¡Pues eso es lo que quiero!" Intento meter una pata y... ¡lengüetazo va! ¡Bien! He conseguido llevarme unas gotitas a la boca.
"¡Ya te has mojado las patas y vas a ir dejando las huellas en el parquet!" me grita medio en silencio -todavía hay quienes duermen- mientras me siento volar por los aires y me restrega un paño por las patas.
No entienden la satisfacción que da sentir las cosquillitas que hace el chorrito de agua cuando pasa por los bigotillos, ni lo bien que se siente uno relamiéndose toda la cara mojada.
Cuando me pongo pesado alguna vez lo consigo, así que lo seguiré intentando... "¡Abridme el grifo!"