lunes, 1 de noviembre de 2010

¡Qué vaga es la casera!


¡Pues no te digo la tía que venga a rallarme con lo que va a hacer o deja de hacer pero al final no hace nada! Hasta que me he tenido que poner yo a hacer su trabajo…

Hace días que cuando viene del trabajo no hace más que hablarme de que sus compañeras quieren aprender a hacer ganchillo, ¡pues vaya cosa! No hay nada más aburrido que verla ahí ponerse todas las noches dale que te pego al palo de metal. Lo que sí me gusta es poner los morros en la mullidita lana, aunque de vez en cuando me pegue un tirón para poder sacar una hebra jeje…

El jueves me vino con que quería hacer un blog para registrar sus tardes de labores, sí, sí, han decidido quedar de vez en cuando para aprender y hacer sus labores en grupo. Y yo que tengo un gran corazón no me podido negar a su petición de que les creara el blog. ¡Se creen que porque tenga el mío ya soy un experto! ¿Que no ven que hace tiempo que no escribo? La verdad… yo también me he vuelto vago. ¿Será la edad? Por cierto, hace 15 días hice 9 añitos.